Reciclaje de plástico y su impacto en el medio ambiente

Es claro que el plástico es uno de los materiales industriales que tiene mayor presencia en la vida de las personas.

Es claro que el plástico es uno de los materiales industriales que tiene mayor presencia en la vida de las personas. Dejar de usarlo es casi una utopía, pero asegurar un uso equilibrado y responsable es labor de todas las partes.

Una de las primeras tareas es reducir su consumo en acciones cotidianas, después es posible reusarse en otras actividades esos elementos hechos en material plástico, por último, tenemos la tarea de hacer una recuperación eficiente del este para lograr producir nuevos productos que ingresen al ciclo de producción y consumo.

Algunos datos para tener en cuenta sobre el uso de plásticos:

  • Cada minuto se compran un millón de botellas de plástico y, al año, se utilizan 500.000 millones de empaques (bolsas).
  • Del material consumido, cada año llegan 8 millones de toneladas a los océanos.
  • Desde mediados del siglo pasado, la humanidad ha producido más de 8.000 millones de toneladas de plástico alrededor del mundo.

Y entonces ¿qué hacer para evitar esas devastadoras imágenes de animales sufriendo por un accidente con un producto de plástico, las fuentes hídricas llenas de desechos y ver bosques contaminados y alteración en sus ecosistemas?

La respuesta es sencilla: debemos reciclar los plásticos para optimizar los recursos, cuidar los ecosistemas y brindar oportunidades laborales a la población recicladora. Los pasos para un reciclaje de plástico efectivo son:

  1. Depositar los envases y materiales en los lugares correspondientes. Estos materiales deben estar en buen estado y libres de contaminación de otros productos que no correspondan a su uso original
  2. Recoger y trasladarlo por los recicladores de oficio a un lugar definido para su almacenamiento.
  3. Clasificar según su composición y color para ser enviados a un lugar de preparación para el siguiente paso.
  4. Trituración de los empaques recuperados para luego pasar a ser lavados y secados, lo cual los convierte en materias primas para nuevos productos.
  5. Generar nuevos productos que se puedan realizar a partir del producto recuperado.